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Mostrando las entradas de junio, 2019

DOS TIPOS DE CONTROL

Muchas veces hemos oído frases como: “tengo miedo de perder el control”, “quiero saber (controlar) lo que él/ella está haciendo”, “querés controlarlo todo”, etc., etc. La idea de “control” a menudo se suele relacionar con cuestiones obsesivas o patológicas. Sin embargo es necesario hacer una distinción. A grandes rasgos habría dos tipos de control : El motivado por el MIEDO y el motivado por el DESEO. También podemos hablar de otra distinción más: el control desde lo inconsciente o automático y el control desde la consciencia o voluntad, cada uno de los cuales estaría regido por los respectivos anteriores. El control motivado por el miedo, usualmente lleva a que las posibilidades de que suceda aquello temido aumenten. Pues al enfocarse en eso y querer evitarlo, inconscientemente se alimentan los determinantes que posibilitan que ese miedo reproduzca circunstancias en la realidad exterior. Lo que sucede, es que se recrean patrones fijados de conducta en base a hechos que marcaron

¿POR QUÉ PARA SANAR ES NECESARIO SOLTAR LOS MIEDOS?

La cuestión sería la siguiente. Si partimos de la premisa de que somos libres, de que nos autogobernamos con libre albedrío, podemos deducir que somos creadores de nuestros cielos o infiernos. Es entonces que se debe hacer foco en que interpretemos de la mejor manera posible, y ésta es la que va en línea con nuestros objetivos. De modo que es necesario delinearse objetivos, no para evitar los miedos, sino para aceptarlos, quitar así la energía de los mismos y llevarla hacia donde nuestro deseo nos guíe. Pero no es un trabajo fácil; deben de hacerse conscientes las sombras que nos atormentan, debemos verlas, para enterarnos que no son reales, que no tienen más existencia que en nuestra mente, ya que el mecanismo del miedo real, no tiene por qué implicar la existencia de las ideas tan elaboradas que suscitan los temores. Es entonces que el material creativo de nuestras mentes debe usarse para construir, en línea con el deseo y no con el miedo, pues el miedo mismo es quien someterí

UNA EXTRAORDINARIA CREACIÓN

Su personalidad estaba compuesta por múltiples fragmentos. Innumerables estados de conciencia, ideas, aspiraciones, inquietudes, vivencias, emociones, vidas enteras en su haber, mezcladas de tal modo que un cierto número de piezas, en un determinado orden constituía su personalidad “exterior”. Sin embargo, cada aspecto de su personalidad estaba conectado con millones de aspectos de millones de personalidades. Es difícil saber cuáles de ellos accederían a su conciencia, a su idea de unidad independiente de tales cúmulos de información. También es difícil saber en qué radica su identidad, ya que la misma de algún modo estaba sostenida por todo su pasado, incluso aquel del cual, en apariencia, no tenía conocimiento alguno. Algo sucedió. Su ilusión de personalidad comenzó a causarle problemas. Las ideas elegidas para constituirlo comenzaron a obstruir el fluir de su vida… ¡Pero claro! Como no iba a estar estancada su existencia si no podía ver más allá de sus propias narices. Es por es