LAS DOS CARAS
Establezcamos algo. Es necesario diferenciar lo que es la mente de lo que es la vida. La vida quizás esté más allá de la mente y no es lo mismo usar la mente al servicio de la vida que la vida al servicio de la mente. Cuando hablo de la mente me refiero al ego, a los condicionamientos aprendidos, vividos, o como haya sido que se generó cualquier idea a partir de la cual pienso algo. Ahora bien, sucede que la mente se resiste, quiere imponer sus puntos de vista, quiere permanecer inmóvil aunque haya ilusión de movimiento, quiere convencer a los demás de que tiene razón de que es así y así no es nada. Ni siquiera esto que escribo tal vez, ¿quién puede saberlo? No creo que sepamos nada… Aunque algunos saberes pueden servir de algo y esto que expreso tiene la finalidad (quizás no sea sólo una) de poder diferenciar, de poder ser consciente de quien está mandando cuando uno hace algo: ¿la vida o la mente? Cuando hablo de “las dos caras” veo la imagen de un árbol o de u